jueves, 17 de abril de 2008

Crucero por el Mediterráneo(II) Etna

Cuando uno va aproximándose a Catania no puede evitar mirar hacia arriba y ver el majestuoso Etna. Te queda la duda, al contemplar las escasas nubes que hay en la cumbre: ¿Son nubes de agua o de cenizas?. Tienes la secreta esperanza de ver toda una erupción volcánica, pero, eso sí, desde un balcón privilegiado y a prudente distancia (no tuvimos esa suerte). Después desciendes a detalles más tribiales como la maniobra que hace semejante "barquito" para atracar (todo un espectáculo) y, más tarde, la marea humana que baja a tierra en busca de nuevas experiencias.



Nosotros decidimos hacer un poco el cabra y nos apuntamos, el día anterior, a una excursión al Etna (no todos los días se tiene esa oportunidad). El reto era subir hasta unos dos mil metros, a una zona que denominan cráteres Silvestri(son producto de la erupción de 1892), alucinar con el paisaje volcánico y una impresionante panorámica de la isla y volver al barco (tranquilos el "reto" era en autobús).
Ya desde el inicio, y tras dejar atrás la ciudad, empezábamos a subir entre viñedos y una vegetación típica mediterránea hasta Nicolosi(a medio camino) seguimos trepando, poco a poco, y vimos cómo iba cambiando la vegetación hacia una de montaña, por fin, daba paso al típico paisaje, sin rastro de vida, del volcán.

No podíamos hacer el trayecto completo sin detenernos, una parada "técnica" del autobús en una zona de souvenirs, a media subida, con el pretexto de tener unas primeras vistas del volcán (¿o primero eran las vistas y, luego, pusieron los chiringuitos?) :).



Poco más arriba, entre curva y curva, paramos a contemplar una casa prácticamente sepultada por una de las coladas de lava más recientes. Para ello, debías tener un ojo en la carretera, otro mirando la casa y haciendo fotos, otro empezaba a ver el paisaje que se divisaba, mirando hacia Catania, desde esa altura y otro ojo más para controlar a los niños ¡uf!



Por fin, llegamos a la altitud prevista. Nos esperaban, como no, con un par de edificios: uno dedicado al "suministro de víveres" en barra fija o en mesa (con una sección para souvenirs) y el otro, en exclusiva, para los recuerdos de nuestra estancia en este lugar. Desde allí partía un teleférico rumbo a la cota de dos mil quinientos metros, pero nosotros nos dedicamos a un paseo por las inmediaciones, ya de por sí espectaculares.


(foto de foto: había una vitrina con algunas imágenes de las erupciones del Etna. Hicimos varias tomas, esta es la menos mala).

Tanto en el caso de ésta como de cualquier excursión siempre es conveniente llevar algún tentempié para el niño celíaco, y muchas veces para los no tan niños, por si allá donde vayas no hay posibilidad de comer algo que no tenga gluten. Quien dice tentempié incluye "chuches" para cualquier niño/adulto(nos vinieron muy bién las galletas, magdalenas o pastas que nos dieron para los desayunos de Javier y también los aperitivos que llevamos nosotros, sin gluten, naturalmente). ¿A quién no le gusta, de vez en cuando, darse un homenaje?



Pudimos comprobar que, para ir con los niños por este lugar, había que llenarles los bolsillos de piedras o estar atentos a sus movimientos porque el viento empujaba, en algunos momentos, con la fuerza suficiente para incomodar a cualquiera. Entre el dios Eolo y las maravillosas vistas que se contemplan puedes "llorar de felicidad", sobretodo, si de vez en cuando, te visita algo de polvo. Era cuestión de moverse hacia zonas algo más abrigadas o meterse en algún cráter, la experiencia merece la pena.



La vuelta a Catania, como en toda vuelta (exceptuando el caso de la Odisea), te da la sensación de hacerla mucho más rápida y con las impresiones del día pegadas a la retina y la piel. Llegamos con tiempo suficiente para dar un paseo rápido con el autobús por las calles de la ciudad. Solo me quedaron una fugaz vista de la catedral y el Odeón, al que dimos una rápida vuelta (se podía contemplar, sin hacer parada, desde nuestros asientos porque estaba más bajo que la calle por la que transitábamos). Tanto la ciudad romana, como los restos griegos, yacen bajo la ciudad actual y lo que sobrevive a los terremotos está bajo coladas de lava.La misma Catania ha sufrido varios temblores en su historia.

Llegada al barco a reponer fuerzas y a relajarse. Por la tarde, salida del puerto y continuación de la travesía rumbo a las islas griegas con un viento que soplaba de la península italiana.



La vista atrás nos dejó cautivados con la puesta de sol tras el imponente volcán.



9 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bonita esta segunda parte, las excursiones son caras?
un saludo

jucaralva dijo...

Gracias flor por tu ánimo.
En cuanto a las excursiones uno se puede buscar la vida cogiendo con varios amigos o familiares un taxi, siempre sale más económico. Teniendo en cuenta que íbamos tres generaciones decidimos coger la opción que nos programaba el barco.
Son precios más caros: ej. la excursión al Etna nos salió por 47€ por adulto, cuando, posiblemente, la opción taxi te sale por la mitad.
Si te animas y haces un crucero cuanto antes lo reserves más barato te sale.
saludos
Juan Carlos

Caminar sin gluten dijo...

A sido un verdadero placer el "viajar" con vosotros a este magestuoso volcan, un lugar que todos conocemos por su historia, y que no tantos conocemos en la realidad.

De verdas, con el estupendo relato, hemos las curvas de la carretera, la tierra lunar, esa tierra negra, ese viento, hemos visto al propio Eolo, y nos hemos tomado esas chuches.

Gracias por relatarnos este viaje, por animarnos a viajar, por demostrar que los celíacos también podemos y por esas magníficas fotografías

Un fuerte abrazo y muchos besotes, viajeros.

Ana y Víctor.

jucaralva dijo...

Gracias caminantes, vuestros comentarios siempre son bien recibidos.
Entre etapa y etapa andamos buscando sitios viajeros para darnos a conocer, así que a los "gluteneros" os hace más caso Marisa ¡cómo no!
Seguiremos contando nuestro viaje en manos de Poseidón.

Un cariñoso abrazo.

Marisa y Juan Carlos

Caminar sin gluten dijo...

¡Hola amigos!, nos gusta tanto vuestro trabajo, viajamos tan bien con vosotros, que os hemos concedido un premio.

Podeis pasar a recogerlo por nuestro blog, pero no teneis ningúna obligación de publicarlo, ya que a veces esto de los "premios-meme", rompen el esquema de trabajo de los blog.

Besotes, y buen viajar.

Ana y Víctor.

Anónimo dijo...

Hola Maleta.

Que recuerdos maravillosos...
Sabéis que a mi nieta casi, casi la ponemos ETNA cuando nació ?

Precioso reportaje.
Siempre que puedo paso por aqui.
Muchas gracias

jucaralva dijo...

Gracias Sonia por tus comentarios...vemos que tuvisteis toda una fuente de inspiración, desde luego, no es para menos.

Agradecerte tambien tu labor de difusión de este blog, seguro que con tu colaboración se acercan más celíacos para comprobar que es posible moverse por este mundo.

jucaralva

Tawaki dijo...

Me ha encantado esta visita virtual. Las fotos son magníficas y el relato muy ameno.

Yo estuve por allí en junio de 2006 y tengo muy buenos recuerdos.

Un abrazo.

jucaralva dijo...

Gracias por tu visita tawaki.
La verdad es que desde el punto de vista de las excursiones es interesante un crucero, aunque la parte que le veo más negativa es el poco tiempo que paramos en cada lugar.

jucaralva