martes, 28 de octubre de 2008

El Cabo de la Nao (Alicante)

A veces, uno echa la vista atrás y repara en los cambios que han ido remodelando el entorno de la niñez. Uno de esos casos podría muy bien ser la zona de Alicante comprendida entre Calpe y Denia, lo que podríamos llamar el entorno del Cabo de la Nao, un espectacular acantilado que nos permite, desde sus alturas, ver en días muy claros Ibiza. Todo lo que hoy es el "muro de cemento" que hay que asaltar y rodea el Mediterráneo no era en su día más que pinos y viñedos que llegaban hasta la playa, allí donde tenían posibilidad de prosperar, con el permiso del relieve tan característico de la zona.




En esa zona hay un pueblecito llamado Moraira que cumplía todos los requisitos para convertirse en un pequeño paraíso para unas merecidas vacaciones. Como tantos de pescadores, se limitaba a una calle principal que iba a parar a la orilla del mar donde una pequeña playa permitía varar las barcas que daban de comer y poco más. El vino trabajado en las viñas alegraba su existencia. El caldo, hoy en día, tiene denominación de origen Marina Alta y se elabora a partir de la uva Moscatel Romano. También con ella se elabora el vino dulce que conocemos como Mistela.

Hace ya más de cuarenta años aquello no podía defraudar a nadie por su encanto. La vida bucólica de sus carreteras sin coches y el misterio de las noches sin luces que te impidieran ver las estrellas era una condición que se sumaba de una forma natural al sereno arrullo del mar. Todo salpicado por risas, pies descalzos, linternas y la magia de la infancia.



La historia ha querido que, debido a las incursiones de piratas berberiscos allá por el siglo XVI se fortificara el pueblo con la iglesia como baluarte y complementados con una torre de vigilancia situada sobre el promontorio del cap d’Or, o cabo moraira, que, junto con otra torre en Ifach (la del conocido Peñón) y una tercera en Granadella, trataban de proteger y alertar a los pueblos de la zona frente al saqueo. Hoy solo queda algún vestigio en la iglesia y el torreón que hay junto a la playa de l’Ampolla o playa grande. La torre de vigilancia se reconstruyó y es fácilmente observable desde cualquier punto de Moraira.



En la actualidad la industria del turismo ha sepultado, prácticamente, lo que era un tranquilo enclave de pescadores. Hay un porcentaje de población significativo proveniente de Alemania, Inglaterra, Francia y, últimamente, Rusia.
Esto hizo que el desarrollo del municipio haya sido espectacular y, como se ve en la primera foto, la zona está copada por cantidad de chalets.

Todo el conjunto de la zona, especialmente su parte norte, parece haberse desplomado sobre el mar y nos ha dejado una costa que, como cortada a cuchillo, hace imposible el acceso desde el mar. A medida que vamos hacia el sur el relieve se va suavizando en la costa y aumenta la frecuencia de las playas, pero siempre que se lo permita el abrupto paisaje.No en vano se trata de las últimas estrivaciones del Sistema Penibético.

En el entorno de Moraira podemos encontrarnos con un variado paisaje y paisanaje. En época de verano tenemos otras opciones que, ya sea con o sin niños, significan un cambio de aires. No todo va a ser dedicarse a la tumbona. Para impedir que nuestra retina se sature de playa, playa y más playa podemos darnos media vuelta y hacer excursiones por el interior.

Un lugar que nos llamó mucho la atención, por su contraste con el habitual de sombrillas y chiringuitos, se llama genéricamente las Fuentes del Algar (podemos llegar desde Altea dirección Callosa d'en Sarriá y seguir indicadores). A quien le vaya hacer un poco el cabra y compaginarlo con un refrescante baño en el río le gustará la idea, el problema es que se les ocurre en ese tiempo a unos cuantos más y parece que hemos trasladado la muchedumbre de la playa al río, pero al menos conocer el lugar ya es una ruptura con la monotonía playera. ¿Qué lugar no está lleno en pleno verano? Por cierto, se paga entrada para acceder a la zona y los aparcamientos no son gratuitos, a no ser que pilles un lugar en la vía pública, cosa rara de encontrar (fuera de temporada alta, parece ser, que la entrada es libre).





Otra opción es una visita al interior de la tierra, nosotros nos "aventuramos" por la cueva llamada "Cova de les Calaveres"(ver en el catálogo de cuevas de la provincia de alicante la Sección Orográfica 05 subsector 5c es la numerada como 173), un pequeño paseo (unos 240m) y al que se pueden llevar a esos "locos bajitos" sin problema alguno. Una forma distinta de combatir el calor porque donde hay una cueva hay un respiro de frescor y una pequeña inspiración de cultura. Podemos llegar desde Ondara camino de Benidoleig.

Si, por el contrario, queremos combatir el "buen tiempo" con otras opciones podemos irnos a la cercana Benidorm (unos 30 kms) y llevar a los niños a Acualandia o a Terra Mítica (en esta última, tenemos la opción de comer sin gluten, hay que informarse al entrar de los lugares donde se ofrece menú para celíacos).



Acercarnos al Peñón de Ifach (Calpe) y disfrutar de otras playas (a uno y otro lado del istmo que una a tierra el peñón), tenemos la posibilidad de subir al peñón, caminar por el paseo marítimo o adentrarnos en su barrio marinero y comernos una paella o unos pescaditos a la plancha (eso si, en semejante época a unos precios de cinco estrellas).




Pasear por el casco antiguo de Altea que, desde su atalaya, nos permite tener una buena vista del entorno. El desarrollo del pueblo se evidencia en la expansión de su parte más inmediata al mar gracias, como no, al turismo y su consecuencia la construcción. En menor medida a la agricultura y pesca.

La población más importante de lo que se conoce como Marina Alta es Denia ,al norte del Cabo de la Nao. Desde aquí parten ferrys hacia las Islas Baleares. Desde los indicios arqueológicos de poblado ibérico, pasó por ciudad romana, sede episcopal en la época visigoda y llega a su esplendor en tiempos de los musulmanes como uno de los reinos de taifas llegando a acuñar su propia moneda. A partir de mediados del siglo XIII se dan una sucesión de cambios en su pertenencia a distintas casas nobles con fortuna dispar para la población hasta que, ya en el siglo XIX el comercio de uva pasa le da un nuevo impulso económico. Finalmente llega el turismo en los años sesenta del siglo XX y, con él, un importante desarrollo urbanístico.

Si nos gusta la artesanía tenemos ocasión de acercarnos a Gata de Gorgos. En este pueblo nos encontraremos productos artesanos elaborados con palma, esparto y madera de olivo siguiendo su método tradicional. Como es típico de la zona se presentaban en cestos las uvas pasas. La influencia musulmana ha permitido el desarrollo del lugar a caballo entre la agricultura y la artesanía.



Todo ello lo podemos completar con la posibilidad de acudir a comer en Moraira en "El Rincón del Arroz" (Racó d'Arroz): degustar una increíble variedad de platos preparados con productos naturales todos ellos teniendo como base el arroz. Se preparan con un fumet elaborado con pescado de roca (a nosotros nos gustó especialmente el arroz meloso con pulpitos, ¡impresionante!), si se prefiere preparado con azafrán (el colorante es sin gluten) avisar con tiempo.(Avda. Madrid,3; Telf:965 744372 ; es paralela a la vieja calle del pueblo). Al ser un establecimiento de pequeñas dimensiones es casi imprescindible hacer reserva.

Cuando necesitemos un nuevo suministro de productos sin gluten en "La Casa del Celíaco" de Denia (tel.: 96 642 11 25 / 649 313 858) tenemos posibilidad de reponer nuestras alforjas, está muy cerca de la estación de autobuses.

Podemos hacer un paréntesis en nuestro deambular si nos acercamos al Parador de Jávea (Xávea) que, como sabemos, ponen a nuestra disposición menús sin gluten.

Después de pasear por las calles de Altea, nos podemos acercar al Restaurante Dársena (c/Sant Pere, 41 ; tel.:96 688 11 86).También muy próxima está Altea la Vella y comer en Casa Ros (Avda. Denia; tel.: 965 163 437) junto al Campo de Golf "Don Cayo", no hemos estado en este restaurante, de momento(facilitado por Specialgourmets).

Ver restaurantes de la Comunidad Valenciana en Infoceliaquía. Y no olvidar que en cualquier supermercado "Mercadona" (que tiene su origen en esta comunidad autónoma) podemos conseguir muchos productos sin gluten.

4 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

¡Hola Juan!, hemos entrado en el ordenador un momento y hemos visto que habías publicado y no podíamos dejar ver las fotografías y disfrutar con tu relato y datos.

Es cierto, como ha cambiado toda esa zona, como la especulación ha terminado con el medio ambiente y con el buen ambiente que se respiraba, y la belleza del entorno.

Ahora todo está masificado y ha perdido el encanto... ¡una lástima!.

Bueno, gracias por todos los datos que nos aportas y seguro que visitaremos alguno de esos locales, ya que los lugares los solemos visitar todos los años, y uno de nuestros lugares favoritos es el Peñón de Ifach y su cala Racó.

Un fuerte abrazo.

Ana y Víctor

jucaralva dijo...

Gracias por vuestro comentario y mucho más por lo poco que os prodigais últimamente por este mundillo de internet por cuestiones que no vienen a cuento.
Aunque he conocido estos lugares ya muy explotados los recuerdos de Marisa me dan una idea de cómo era todo en su infancia. De nuevo, un paraíso perdido.

Besos y abrazos.

Juan Carlos

gemiosal dijo...

Pues yo no conocía las fuentes de Algar y me parece un sitio estupendo, como siempre, preciosas fotos y magníficas vacaciones.
Besos, Gema

jucaralva dijo...

Agradecemos tu interés. Nos gustaría conocer las Fuentes del Algar en épocas del año no saturadas de gente. Debe ser una experiencia muy distinta a la saturación veraniega.

Besotes.

Juan Carlos