sábado, 29 de noviembre de 2008

Notas sobre Barcelona (y II)

El cansancio acumulado del día anterior se puso en evidencia cuando nos costó iniciar esta segunda jornada. Acudimos a última hora al desayuno que nos ofrecía el hotel (con nuestro pan bajo el brazo porque, aunque había algún producto sin gluten, no había mucha variedad para escoger).
Este día se presentaba con amenaza de tormenta y, efectivamente, cayó un chaparrón que coincidió con el momento de espera del autobús turístico. Tocaba disfrutar de su recorrido marcado en rojo en el mapa de referencia que nos habían proporcionado el día anterior (hay posibilidad de comprar billete para uno, dos o más días).
Entre los atractivos, y son muchos los que tiene Barcelona, es inevitable hablar de la Sagrada Familia . Tanto si uno es religioso o no, merece la pena acercarse a contemplar esta inacabada, por el momento, obra de arte de la arquitectura universal. Por algo está incluído el conjunto que realizó personalmente Gaudí en el Patrimonio mundial de "Obras de Gaudí" desde el año 2005.




La llegada a las inmediaciones del monumento nos anunciaba una inevitable actividad comercial entorno al templo. Teniendo en cuenta el bochorno y calor del día "mercadeamos" unas botellas de agua y echamos un primer vistazo a la fachada de la Pasión.

Para describirla podemos acudir al propio Gaudí ( ver wiki):

Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.



En la entrada pudimos constatar que hasta las cuatro de la tarde no tendríamos posibilidad de hacer una visita guiada en castellano. Así que nos dedicamos a buscar un sitio donde poder tomar una comida más o menos ligera. Al pasar con el autobús turístico habíamos visto un pequeño restaurante en la plaza que hay frente a la fachada del Nacimiento. Tenía terraza y ofrecían platos combinados. Todo un espectáculo comer y, a la vez, poder contemplar entre las ramas de los árboles la silueta del famoso templo.
La cocinera y dueña del local, cuyo apodo era "la maña", por ser de Zaragoza (aunque llevara viviendo en Barcelona más de cuarenta años su acento seguía enraizado en su tierra natal), se interesó por el problema de la celiaquía (carecía de información sobre el tema) y nos explicó con detalle cómo hacía cada plato.

De vuelta en la entrada y a la hora prevista pudimos disfrutar de las explicaciones de la guía, muy simpática y atenta, que se ofrecía a disipar cualquier duda sobre su exposición o del conjunto arquitectónico. Como en todos los grandes lugares conocidos había bastante gente a esas horas, pero no era difícil moverse.



Nos habló de la fijación que tenía Gaudí por imitar a la naturaleza, de ahí el tipo de arquitectura que manejaba, con formas tomadas de las secuoyas (como los arcos de la fachada de la Pasión), el recuerdo de otras formas arborescente en el interior o la inclusión de animales en la decoración. Incluso el perfeccionismo llevaba a buscar un tipo de roca muy dura y resistente, fuera de nuestras fronteras, para hacer algunas columnas como es el caso del pórfido rosado.



Llegamos a la fachada contraria a la de nuestra entrada,la del Nacimiento, y volvimos a perdernos entre sus detalles. Luego, debajo, nos encontramos en el museo con maquetas que preparaba el autor de la Sagrada Familia y bocetos muy precisos de cómo quería cada detalle, cada estatua. Un detallismo que no dice mucho de su forma de ser y de la pasión que puso en este trabajo.



Después de caer en la tentación de comprar algún recuerdo, volvimos a coger el autobús turístico, el cielo amenazaba de nuevo con alguna tormenta, pero aguantó y pudimos contemplar sin problemas la panorámica de las calles desde el segundo piso. Nuestro objetivo era el Parque Güell. La empinada calle desde la parada del bus hasta la entrada del parque nos recibía con el comercio habitual de mercaderías relacionadas con el sitio.



La entrada ya nos daba una idea del típico estilo de Gaudí.Tanto su puesta en escena de la arquitectura como de la decoración nos llevan de nuevo a su obsesión por tomar las formas de la naturaleza. Aquí, entre las propuestas del autor, tenemos la utilización de piezas de desecho de cerámica para crear combinaciones originales: el toque personal dentro de la arquitectura modernista, lo que se llama "trencadís". Al pasar la entrada en la que están los pabellones tenemos la escalinata que nos lleva hasta la Sala Hipóstila o de las cien columnas.



Si continuamos subiendo, llegamos a lo que es el centro del parque: una plaza enorme en la que llaman la atención los bancos con formas sinuosas que hay a lo largo de lo que podríamos llamar la varandilla de un balcón que nos presenta Barcelona a nuestros pies (también resaltar el hecho de tener esta enorme área sin losas, supongo que para no añadir más peso sobre la base que es la Sala Hipóstila). Podemos añadir a este espectáculo los viaductos y caminos porticados, entre ellos el típico llamado Pórtico de la Lavandera (por tener una de las columnas con una estatua dedicada a este oficio) que recorren el parque y que de alguna manera tratan de distribuir tanto a viandantes como a los carruajes de entonces.



Las fuerzas ya iban tocando a retirada, poco a poco, fuímos dejando atrás este mundo de sensaciones y "embarcamos" de nuevo en el autobús y, luego, en "metro" con destino a la siguiente parada: El establecimiento Viena junto a la Plaza de Cataluña. Después de la estupenda experiencia del Conesa queríamos probar más posibilidades. En este caso el local tiene más mesas y espacio. La presentación sigue el mismo estilo que la organización de un "McDonald´s" o un "Burguer King". De nuevo pudimos comer a gusto y con ganas.

En nuestras idas y venidas nos encontramos cerca de nuestra "posada" con un establecimiento de productos artesanos sin gluten: Dietética Gloria (Tel.93 329 92 51); C/Entença 175-181. Pudimos comprobar que había una variedad de preparados que envidiábamos a los celíacos de la ciudad. Encargamos distintos productos para poder degustarlos y disfrutar de opciones distintas a las que tenemos habitualmente. No se planteaban un negocio más allá de Barcelona porque, de momento, no daban a basto (por algo será). Podemos encontrar su referencia en celiacscatalunya.


6 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

Muchíiiiiisimas gracias, por acercarnos a esta ciudad, que como te decíamos hace unos días, hace años que no vamos.

También muchísimas gracias por contarnos vuestro recorrido, donde hemos aprendico cosa y lugares donde comer.

Pero ante todo, te agradecemos que nos hayas hablado de nuestro arquitecto favorito... GAUDI, que junto con nuestro urbanísta favorito ARTURO SORIA, habrías sido estupendo que hubieran colaborado en algún proyecoto... ¡algo imposible!

La Sagrada Familia, y todo lo que Gaudi proyecto, son verdaderas maravillas, como marvillosas son esas fotografías que has compartido con nosotros.

Un fuerte abrazo.

Ana y Víctor.

zer0gluten dijo...

Me encanta Barcelona. Es una ciudad con una arquitectura particular, mucho ambiente cosmopolita y un comercio de aupa. Yo estuve recien casada y me encantó.
Cuando los peques crezcan un poco iremos con ellos para que disfruten tanto como vosotros.
Gracias por contarnos vuestras experiencias viajeras sin gluten.
Besitos

Prydwen dijo...

Hola! Qué fotos! Y qué bien que "la maña" os explicara tranquilamente en qué consistía la preparación de cada plato! Cuántos hosteleros deberían tomar nota...
Saludos!

jucaralva dijo...

Hola a todos!
Caminantes: merece la pena dedicarle más tiempo a esta ciudad para, de una forma más tranquila, empaparse de todo lo que en este viaje nos insinúa. La aproximación al Barrio Gótico, a Montjuïch o a Gaudí nos hace pensar en otras visitas, otras experiencias.Queda mucho por conocer.

Un montón de abrazos.

Zerogluten: después de nuestra experiencia con esta ciudad estamos de acuerdo: nos encanta. Seguro que encontrareis otros lugares para comer sin gluten y retener en vuestros recuerdos una experiencia muy enriquecedora.

Besos.

Prydwen: como muy bien dices...cuántos hosteleros deberían tomar nota y dedicarse más al cliente y menos a los números.
Nos alegra que te gusten las fotos, a veces, es difícil escoger porque quieres ser un poco creativo y contar algo con ellas.

Besos.

La joven celíaca dijo...

hola,

soy novata en esto de los blogs, pero no siendo celíaca. he estado mirando el tuyo y está muy chulo.

yo en el mío he puesto un link de tu blog en una lista de estas que te aparecen a la derecha (o izquierda) donde pones los blogs que lees, páginas de interés y tal.

besos sin gluten!

jucaralva dijo...

Hola joven celíaca. Te agradezco que visitaras este blog aunque no fueras celíaca y, ahora que lo eres te llevará a través de "lacocinafacilsingluten" de Marisa al mundo siempre fascinante de las recetas de cocina, en nuestro caso, sin gluten.
Curiosidad o consultar experiencias siempre son bienvenidas y el blog trata de dar una visión del viaje, visita, etc.. que tiene la pequeña peculiaridad de resaltar el tema de la celiaquía.

Besos.