Después de la experiencia, a vuelapluma, de la visita a Barcelona no podíamos perder la ocasión de conocer un monasterio como el de Montserrat.
Ya el día anterior nos habíamos informado de los horarios de trenes que nos acercarían al cenobio. La estación de Plaza de España era nuestro lugar de partida y final de trayecto. Pero como llegamos un pelín tarde a coger el cercanías nos dimos una vuelta por los alrededores de la estación haciendo tiempo hasta la siguiente salida. Así pudimos ver la entrada a lo que fue la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 (las Torres Venecianas), visitar algún que otro comercio o comprar algún refresco en el entorno de la Plaza.
Una vez instalados en el tren había un primer tramo que nos llevaba, como cualquier línea de "metro", por las entrañas de la ciudad. Luego, pudimos ver el cambio paulatino de zonas industriales hasta un paisaje muy distinto en el que se encontraba nuestra meta: la comarca del Bages. Primera parada Monistrol para coger allí mísmo un tren cremallera que salvara la diferencia de altitud con el monasterio benedictino que está a 725m sobre el nivel del mar (una parada antes, en el recorrido del tren junto al río Llobregat, nos ofrece la posibilidad de subir en teleférico). El paisaje que vamos contemplando durante la subida va apagando nuestros comentarios para dedicar los cinco sentidos a todo lo que nos rodea.
El nombre de Montserrat alude a la silueta que tienen estas montañas que se asemejan a la hoja dentada de una sierra de ahí el nombre Mont-serrat (montaña serrada). Llaman la atención las dimensiones del conglomerado que forma este relieve tan particular y que, en conjunto, parece brotar de una zona mucho más llana. Esto, modelado por la mano del tiempo, ha originado una multitud de formas que, asociadas por la imaginación del lugar a figuras humanas o animales, son los ingredientes imprescindibles para crear leyendas buscando una explicación fantástica a sus orígenes.
Al salir de la estación tenemos una pequeña oficina de información en la que nos ofrecen planos, guías o, si preferimos, podemos alquilar grabaciones (previo pago y dejando el DNI en depósito) con las que, en determinados puntos indicados en todo el complejo benedictino, escuchar las explicaciones sobre lo que nos rodea (con auriculares, claro).
Decidimos visitar la basílica (privilegio otorgado por el Papa León XIII en 1881) antes de comer y pudimos contemplar la gran obra que comenzó en el s. XVI, pero que tuvo que ser reconstruída en el s. XIX tras la Guerra de la Independencia. Es una sola nave con varias capillas alrededor que muestran una gran riqueza artística de lo que da una idea un pequeño paseo virtual.
Fue una pena no poder disfrutar de la Escolanía considerada la escuela de canto más antigua de Occidente, fundada en el s.XIII. El coro de niños cantores en esas fechas estaba de vacaciones.
Tampoco pudimos contemplar la imagen de la Virgen de Montserrat (talla románica del s.XII en madera de álamo) con la peculiaridad de tener negras la cara y las manos siendo el resto dorado (se le llama por ello popularmente la Moreneta). Había una cola importante de gente para presentarle sus respetos y no teníamos todo el día porque estábamos limitados por el horario de tren de vuelta a Barcelona.
A la salida de la basílica fuímos a comer al Restaurante Abat Cisneros ubicado en las antiguas caballerizas (s.XVI) con una bóveda de piedra y paredes de roca (hay otro, el Montserrat, en la planta inferior del Mirador dels Apòstols con precios más económicos y con vistas espectaculares). Afortunadamente sabían del tema de la celiaquía y nos indicaron los platos que podía tomar Javier, incluso le ofrecieron la posibilidad de hacerle una selección de verduras a la plancha (no estaba en el menú). Para los postres nos indicaron que la crema catalana (postre que tenía interés por probar nuestro hijo) estaba preparada con otra marca distinta a la maizena y nos recomendaron, para no tener problemas, optar por otro postre, un flan de huevo casero y muy rico.
La tarde nos invitaba a conocer el entorno del monasterio. Decidimos utilizar el funicular que bajaba al camino llamado Rosario Monumental de Montserrat por llevar hasta la cueva en la que se apareció la Virgen por primera vez (a lo largo de este itinerario hay varios motivos escultóricos religiosos dedicados al rosario) y que llaman Santa Cueva de Montserrat. Esta vía fue construída entre finales del s.XVII y principios del s.XVIII gracias al mecenazgo de la marquesa de Tamarit. Las esculturas se erigieron posteriormente dentro del movimiento artístico llamado modernismo catalán (finales del s.XIX y principios s.XX) y entre otros contribuyeron Gaudí(también trabajó en el ábside del monasterio y dibujando el Camarín de la Virgen a las órdenes del arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano), Puig i Cadafalch o Josep Llimona.
No queríamos dejar sin ollar la parte alta de la sierra y para ello subimos desde la plataforma del monasterio y en un segundo funicular, el llamado de Sant Joan, hasta la cresta de estas montañas. Justo en el edificio que corona este funicular tenemos una exposición en la que nos describen el origen geológico de la zona, interesante ver cómo ha evolucionado desde ese punto de vista.
Toda la zona alta está acondicionada para andar sin problemas por un camino ancho y bien conservado podemos seguir tanto hacia el lado izquierdo siguiendo la línea de cumbre como hacia el lado derecho que nos lleva hacia las hermitas de Sant Joan y Sant Onofre (construídas entorno al año mil) por encima de los mil metros de altitud.Gracias al Patronat de la Muntanya de Montserrat se han rehabilitado ya que su estado era ruinoso, de hecho, se llegó a utilizar el lugar como merendero poco cuidadoso con los restos de las hermitas.
En la página del centro de reservas de montserrat tenemos un pequeño resumen de todo lo que nos podemos encontrar en el entorno de este, por otra parte, Parque Natural(desde 1987).
La hora de volver llegaba a galope y había que descender hasta el monasterio y bajar de nuevo en el tren cremallera hasta Monistrol para volver a la Ciudad Condal.
No había tiempo para visitar el Museo o deleitarse más tranquilamente con lo que queda del monasterio gótico. En fin, otra vez será.
Ya el día anterior nos habíamos informado de los horarios de trenes que nos acercarían al cenobio. La estación de Plaza de España era nuestro lugar de partida y final de trayecto. Pero como llegamos un pelín tarde a coger el cercanías nos dimos una vuelta por los alrededores de la estación haciendo tiempo hasta la siguiente salida. Así pudimos ver la entrada a lo que fue la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 (las Torres Venecianas), visitar algún que otro comercio o comprar algún refresco en el entorno de la Plaza.
Una vez instalados en el tren había un primer tramo que nos llevaba, como cualquier línea de "metro", por las entrañas de la ciudad. Luego, pudimos ver el cambio paulatino de zonas industriales hasta un paisaje muy distinto en el que se encontraba nuestra meta: la comarca del Bages. Primera parada Monistrol para coger allí mísmo un tren cremallera que salvara la diferencia de altitud con el monasterio benedictino que está a 725m sobre el nivel del mar (una parada antes, en el recorrido del tren junto al río Llobregat, nos ofrece la posibilidad de subir en teleférico). El paisaje que vamos contemplando durante la subida va apagando nuestros comentarios para dedicar los cinco sentidos a todo lo que nos rodea.
El nombre de Montserrat alude a la silueta que tienen estas montañas que se asemejan a la hoja dentada de una sierra de ahí el nombre Mont-serrat (montaña serrada). Llaman la atención las dimensiones del conglomerado que forma este relieve tan particular y que, en conjunto, parece brotar de una zona mucho más llana. Esto, modelado por la mano del tiempo, ha originado una multitud de formas que, asociadas por la imaginación del lugar a figuras humanas o animales, son los ingredientes imprescindibles para crear leyendas buscando una explicación fantástica a sus orígenes.
Al salir de la estación tenemos una pequeña oficina de información en la que nos ofrecen planos, guías o, si preferimos, podemos alquilar grabaciones (previo pago y dejando el DNI en depósito) con las que, en determinados puntos indicados en todo el complejo benedictino, escuchar las explicaciones sobre lo que nos rodea (con auriculares, claro).
Decidimos visitar la basílica (privilegio otorgado por el Papa León XIII en 1881) antes de comer y pudimos contemplar la gran obra que comenzó en el s. XVI, pero que tuvo que ser reconstruída en el s. XIX tras la Guerra de la Independencia. Es una sola nave con varias capillas alrededor que muestran una gran riqueza artística de lo que da una idea un pequeño paseo virtual.
Fue una pena no poder disfrutar de la Escolanía considerada la escuela de canto más antigua de Occidente, fundada en el s.XIII. El coro de niños cantores en esas fechas estaba de vacaciones.
Tampoco pudimos contemplar la imagen de la Virgen de Montserrat (talla románica del s.XII en madera de álamo) con la peculiaridad de tener negras la cara y las manos siendo el resto dorado (se le llama por ello popularmente la Moreneta). Había una cola importante de gente para presentarle sus respetos y no teníamos todo el día porque estábamos limitados por el horario de tren de vuelta a Barcelona.
A la salida de la basílica fuímos a comer al Restaurante Abat Cisneros ubicado en las antiguas caballerizas (s.XVI) con una bóveda de piedra y paredes de roca (hay otro, el Montserrat, en la planta inferior del Mirador dels Apòstols con precios más económicos y con vistas espectaculares). Afortunadamente sabían del tema de la celiaquía y nos indicaron los platos que podía tomar Javier, incluso le ofrecieron la posibilidad de hacerle una selección de verduras a la plancha (no estaba en el menú). Para los postres nos indicaron que la crema catalana (postre que tenía interés por probar nuestro hijo) estaba preparada con otra marca distinta a la maizena y nos recomendaron, para no tener problemas, optar por otro postre, un flan de huevo casero y muy rico.
La tarde nos invitaba a conocer el entorno del monasterio. Decidimos utilizar el funicular que bajaba al camino llamado Rosario Monumental de Montserrat por llevar hasta la cueva en la que se apareció la Virgen por primera vez (a lo largo de este itinerario hay varios motivos escultóricos religiosos dedicados al rosario) y que llaman Santa Cueva de Montserrat. Esta vía fue construída entre finales del s.XVII y principios del s.XVIII gracias al mecenazgo de la marquesa de Tamarit. Las esculturas se erigieron posteriormente dentro del movimiento artístico llamado modernismo catalán (finales del s.XIX y principios s.XX) y entre otros contribuyeron Gaudí(también trabajó en el ábside del monasterio y dibujando el Camarín de la Virgen a las órdenes del arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano), Puig i Cadafalch o Josep Llimona.
No queríamos dejar sin ollar la parte alta de la sierra y para ello subimos desde la plataforma del monasterio y en un segundo funicular, el llamado de Sant Joan, hasta la cresta de estas montañas. Justo en el edificio que corona este funicular tenemos una exposición en la que nos describen el origen geológico de la zona, interesante ver cómo ha evolucionado desde ese punto de vista.
Toda la zona alta está acondicionada para andar sin problemas por un camino ancho y bien conservado podemos seguir tanto hacia el lado izquierdo siguiendo la línea de cumbre como hacia el lado derecho que nos lleva hacia las hermitas de Sant Joan y Sant Onofre (construídas entorno al año mil) por encima de los mil metros de altitud.Gracias al Patronat de la Muntanya de Montserrat se han rehabilitado ya que su estado era ruinoso, de hecho, se llegó a utilizar el lugar como merendero poco cuidadoso con los restos de las hermitas.
En la página del centro de reservas de montserrat tenemos un pequeño resumen de todo lo que nos podemos encontrar en el entorno de este, por otra parte, Parque Natural(desde 1987).
La hora de volver llegaba a galope y había que descender hasta el monasterio y bajar de nuevo en el tren cremallera hasta Monistrol para volver a la Ciudad Condal.
No había tiempo para visitar el Museo o deleitarse más tranquilamente con lo que queda del monasterio gótico. En fin, otra vez será.
10 comentarios:
Como siempre Juan, es un verdadero placer viajar en tu compañía, disfrutar con tu relato y con esas fotografías tan maravillosas.
Sinceramente, dan ganas de salir corriendo a Monserrat después de leerte y de ver todos los enlaces.
Un fuerte abrazo.
Ana y Víctor.
Hola! Qué bonito el entorno, y qué espectacular!
Por cierto, menudo lujo que vuestro peque pudiera comer postre casero! Y la recomendación de la camarera, sí señor!
Un beso!
En un principio era particularmente excéptico con la visita a Montserrat (el problema de la poca información), pero, una vez en el lugar, cambié de opinión radicalmente y disfruté de un entorno impresionante.
Gracias Caminantes, el aire libre le libra a uno de muchas telarañas.
Besos y abrazos.
Desde luego,Prydwen, fue una buena noticia que en cuestión de alimentación supieran de qué hablábamos. El postre casero nos invitó a todos a probarlo...delicioso!
Besos.
Juan Carlos
Hola de nuevo! Os he dejado un premio en mi blog :) pasar a recogerlo cuando podais :)
Un beso!
Maravilloso (!)
Grcias por relajarme un poco la mente.
un abrazo
Nuestros mejores deseos para que paséis unas Fiestas Navideñas lo más amenas y alegres posibles, disfrutando de la compañía de vuestros seres queridos, y que en próximo año, además de continuar en contacto, consigamos entre tod@s llenarlo de amistad, amor, salud y paz.
Muchos besotes, abrazos y felicitaciones.
Ana y Víctor
Paso por aqui para desearos felices fiestas y mucha felicidad para todos vosotros!!!
FELIZ NAVIDAD PARA TI Y LOS TUYOS!!SER FELICES Y DISFRUTAR EN FAMILIA!!
BESOS
Muy interesante el recorrido. Con la cantidad de veces que fui a Barcelona y nunca estuve en Montserrat.
Un abrazo.
Gracias a todos por vuestros comentarios y disculpad por la tardanza en contestaros. Estamos en pleno cambio de domicilio y ciudad, así que un poco de paciencia. En cuanto estemos asentados podremos dedicaros el tiempo que os mereceis.
Si detectáis algún error, como nos ha avisado Mongeta, nos lo hacéis saber, no somos perfectos.
En definitiva, feliz año (aunque sea con tanto retraso) para todos y para Tawaki un saludo y te animamos a conocer Montserrat.
Besos y abrazos para todos.
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